Almacenamiento de CO2
El
almacenamiento de CO2 consiste en el confinamiento
de CO2 de forma segura en una formación geológica,
considerando una escala de tiempo similar a la
geológica (100~1000 años) (Ley 40/2010). Las
formaciones geológicas consideradas idóneas para su
almacenamiento son las sedimentarias, entre las que
destacan aquellas formaciones y estructuras que han
retenido petróleo y gas natural, acuíferos salinos
profundos y capas de carbón (IPCC,
2005).
Las
formaciones sedimentarias consideradas presentan de
forma general una considerable porosidad y aceptable
permeabilidad para confinar CO2, de forma que no se
vean alteradas las condiciones de las formaciones
almacén ni confinantes (sello).
Una vez
que el CO2 se inyecta en la formación/reserva,
tienen lugar varios procesos de retención, que
actúan de forma que confinan de forma efectiva el
dióxido de carbono inyectado.